En el artículo de este mes vamos a darte 5 principios para lograr el confort en tu hogar, porque cuando tienes un hogar confortable, tienes un hogar saludable, y esto se traduce en una mejor calidad de vida para ti y tu familia. Son principios que debes tener en cuenta tanto a la hora de construir tu nueva vivienda como a la hora de realizar la reforma de una antigua y que determinarán el bienestar que tengas dentro de tu casa.
1. Un edificio bien aislado es un edificio más confortable. Ponle el jersey a tu casa.
Tu casa eres tú. Si tú tienes frío, te pones una chaqueta, a ser posible de lana. Si en tu casa tienes frío, ponle también una chaqueta. Sin un aislamiento térmico adecuado no hay buen confort. Que no te cuenten cuentos ni cantos de sirena: la calefacción y el aire acondicionado no son una solución para una casa mal aislada.
Exige 10 cm de aislamiento en todos tus muros. Y también en todas las estancias y habitaciones que estén debajo de terrazas, azoteas y tejados.
2. Elije la ventana adecuada. Es uno de los elementos que más repercutirá en tu confort y en consumo.
Las ventanas son el “talón de Aquiles” de cualquier vivienda en lo que se refiere a la pérdida de energía-calor. Eligiendo bien, conseguiremos ahorrar un alto porcentaje en nuestras facturas, además de estar mucho más cómodos en nuestra casa. Las abatibles son más eficientes que las correderas, y el vidrio doble con cámara es imprescindible. Por lo que si prefieres ventanas correderas deberás elegir una gama alta.
La ventana corredera elevadora puede ser una buena solución para grandes ventanales y vistas.
3. Una casa confortable debe ventilar bien sin necesidad de abrir las ventanas.
En tiempos de pandemia tener un sistema de ventilación del siglo XXI es fundamental. Si respirar aire de calidad en el interior de tu casa debe pasar necesariamente por abrir las ventanas, es un error muy grave en lo que a confort se refiere. Ello implica perder gran parte del calor/frio de tu casa, y a determinadas horas del día eso no es deseable.
Ventila tu casa con un buen sistema de ventilación mecánica controlada, y a ser posible dotado de intercambiador de calor.
4. Mucha atención con los puentes térmicos: son el enemigo invisible de tu casa.
Elimina todos los puentes térmicos. Problemas de condensación, humedades, incluso grietas y fisuras en fachada y estructura por corrosión de armaduras. Las patologías que tienen su origen en los puentes térmicos de un edificio son enormes y muy habituales. Además, al eliminar los puentes térmicos, reducirás enormemente las pérdidas/entradas indeseadas de calor en tu hogar.
Con una solución SATE de aislamiento térmico en tus muros de fachada eliminarás la mayor parte de los puentes térmicos, protegiendo la integridad de tu edificio.
5. Orienta bien tu casa. Miles de girasoles no pueden estar equivocados.
Esto no significa necesariamente que tu vivienda deba estar orientada al sur. Un buen arquitecto debe saber, en función del programa de usos de la vivienda y de la forma de usarla de sus propietarios, qué orientación ha de prevalecer. ¿Queremos captar más sol y más energía o buscamos un espacio fresco incluso en invierno? ¿Vamos a utilizar esa habitación o parte de la casa de noche o de día?
Ten esto en mente para diseñar tu casa, es el criterio más importante para ahorrar en energía.