Al igual que la de hormigón, en la zona de cocción se usa ladrillo ignífugo o metal.
Con el ladrillo refractario logramos una cocción perfecta, debido a que aporta un calor uniforme. La podemos encontrar prefabricada, combinada con placas de hormigón, o también podemos hacerla a medida.
¿Quieres sacar partido a tu barbacoa durante todo el año? Lo mejor es construir una zona cubierta. Si dispones del suficiente espacio, con una pérgola techada la protegerás de las inclemencias del tiempo y le darás mucho más uso.
Si has optado por una barbacoa de estilo rústico, para seguir esta misma línea, lo ideal es construir una pérgola con estructura de hormigón imitación madera. Evitarás costosos gastos de mantenimiento y tendrás la garantía de que te durará toda la vida. Si le sumas a esta estructura unos tableros imitación madera y un tejado, tu pérgola quedará completamente resguardada.
Es posible que te molesten las miradas curiosas de tus vecinos. Para evitarlas puedes ganar intimidad cerrando tu pérgola con cristales. También puedes añadir estores, biombos, celosías o incluso algún árbol frondoso que reste visibilidad.
También llamadas “portabrasas” son el mejor invento para encender la barbacoa de manera más rápida y con un considerable ahorro de combustible. Son contenedores metálicos con forma cilíndrica que permiten una combustión limpia y rápida del carbón.
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