Si no estás inmerso en el mundo de la construcción, términos como “hormigón armado” y “hormigón pretensado” pueden sonar complejos. En Fortic, queremos que nuestros clientes comprendan las diferencias clave entre estos dos tipos de vigas, especialmente porque nuestras vigas pretensadas son sinónimo de alta calidad. A lo largo de este artículo, explicaremos las ventajas de las vigas pretensadas frente a las armadas, para que sepas que estás eligiendo lo mejor para tus proyectos. Vamos a desglosar estos conceptos y demostrar por qué nuestras vigas son la opción superior.
El hormigón es un material que por sí solo tiene baja resistencia a tracción. Para solucionar este problema, se introducen barras de acero en el hormigón, confiriéndole a este mayor resistencia. Si el acero que se pone en el hormigón es colocado sin ninguna tensión se le llama armadura pasiva, y esta es la utilizada en el hormigón armado.
Por lo tanto, el hormigón armado es un elemento que resulta de la unión de barras o armaduras de acero con el propio hormigón. Este acero se coloca dentro del encofrado y se vierte el hormigón. Después se vibra para eliminar los huecos de aire y garantizar la consolidación de la mezcla.
El hormigón armado es muy utilizado en la construcción por su facilidad de uso, fuerza y disponibilidad de materias primas. Se utiliza para la realización de forjados y estructuras de casas, edificios y demás construcciones, así como, para fabricar elementos constructivos como son columnas, vigas, losas…etc.
El hormigón armado es un material utilizado en todo el mundo por la disponibilidad de la materia prima que lo compone. Tiene capacidad resistente a los esfuerzos de compresión, flexión, corte y tracción, alto grado de durabilidad y alta resistencia al fuego. Además, requiere de muy poco mantenimiento.
Uno de los principales problemas del hormigón armado es la carbonatación. Esto ocurre porque el hormigón es poroso, permitiendo que el dióxido de carbono (CO₂) del ambiente penetre en su interior y alcance las barras de acero (armado), oxidándolas. La oxidación provoca que las barras de acero se dilaten, generando tensiones internas en el hormigón. Estas tensiones internas pueden causar grietas y fisuras en la estructura.
En el artículo anterior del blog, “Estructura de madera Vs Estructura de hormigón” hablamos de este tema con mayor profundidad.
Este problema se puede resolver utilizando hormigón pretensado, ya que el acero en este tipo de hormigón tiene un diámetro menor comparado con el hormigón armado en piezas de la misma sección. Esto permite que el recubrimiento de hormigón sea más grueso, dificultando que el dióxido de carbono (CO₂) llegue al acero y evitando así la carbonatación, las grietas y las fisuras.
Otro problema con el hormigón armado es que, para cubrir mayores luces, las vigas y losas necesitan aumentar su sección para soportar las cargas estructurales. Esto incrementa la cantidad de materiales utilizados, aumentando el peso y volumen de los elementos en las edificaciones, y elevando los costos de construcción. Además, el hormigón armado no se comporta bien ante movimientos sísmicos.
La técnica del pretensado la empleamos para superar la debilidad natural del hormigón frente a los esfuerzos de tracción, cuando se usa en elementos estructurales. Consiste en introducir compresión interna en el hormigón antes de su colocación. Para ello, se colocan cables de acero que se tensan previamente al vertido del hormigón. A medida que la mezcla se solidifica, se adhiere a los cables tensados, creando una fuerza de compresión interna.
El propósito del pretensado en la construcción es imponer una tensión en el hormigón antes de que se le aplique la carga de la estructura. Así, se reducen las tensiones de tracción, logrando construcciones más sólidas y resistentes.
El hormigón pretensado es común en grandes obras de construcción en todo el mundo, gracias a sus ventajas en la creación de estructuras arquitectónicas modernas y vanguardistas. Esta técnica es ideal para diseños que incluyen amplios vanos y formas irregulares. Se emplea en diversas aplicaciones, como estacionamientos de gran tamaño con vigas robustas, viaductos y puentes. Además, es fundamental en edificios de gran altura, donde la ligereza estructural es crucial, como en rascacielos, así como en construcciones situadas en zonas de alta actividad sísmica.
El pretensado proporciona al hormigón una resistencia superior en comparación con el hormigón armado. Al introducir una compresión interna, se reduce el esfuerzo de tracción que las cargas estructurales generan. Además, esta técnica previene agrietamientos y fisuraciones durante el proceso de carga, comunes en el hormigón armado. Como resultado, la estructura tiene una mayor capacidad para soportar golpes, impactos y vibraciones. También minimiza el riesgo de corrosión en el acero, lo que prolonga la durabilidad de la construcción.
La utilización del pretensado permite salvar grandes luces en la construcción, ya que se pueden obtener elementos arquitectónicos más eficientes y esbeltos.
Esto confiere a su vez, un ahorro en el total del proyecto, ya que hay una reducción en la cuantía de materiales, como son la reducción de canto de losa en un forjado o estructura. Lo que conlleva a mejoras de altura y soterramiento para la estructura de un edificio. Reducción del número de pilares y, por tanto, mejora el espacio aportando mayores luces.
Además de estos ahorros, el hormigón pretensado tiene un mejor comportamiento estructural, con un mejor control de las flechas y un mejor comportamiento frente a acciones accidentales como puede ser un sismo.
Buscamos siempre las máximas garantías, por eso trabajamos solo con elementos pretensados.
¿Te contamos más?
Las vigas son uno de los principales elementos usados en la construcción y en la realización de un forjado o estructura.
Estas pueden ser de hormigón armado o pretensado. Esto dependerá del vano a cubrir, las condiciones de carga o del propio diseño arquitectónico de la construcción en sí.
Las vigas pretensadas, llamadas también autorresistentes, es un tipo de viga capaz de resistir por sí sola los esfuerzos a los que es sometida en el forjado, sin necesidad de que intervenga el hormigón vertido. Su principal función es soportar las cargas estructurales del forjado y transmitirlas hasta los apoyos. Además, debido a sus capacidades, es posible aprovechar más los espacios ya que se pueden cubrir largos vanos con ellas.
En cambio, la construcción prefabricada no requiere encofrado, le afecta menos la climatología, genera menos polvo y ruido, por tanto, menos molestias al entorno, además de reducir las posibilidades de cometer errores.
En las vigas armadas, la longitud del vano será de inferior tamaño al que podamos cubrir con vigas pretensadas. También, con las armadas, hay que prestar especial atención en el apuntalamiento para la ejecución del forjado.
Otras ventajas de la viga pretensada al igual que con el propio hormigón pretensado, son la mayor resistencia estructural, la durabilidad que aporta a la construcción al no tener problemas de agrietamientos y fisuraciones en las diversas etapas del hormigón, eliminando con ello el problema de la oxidación de las armaduras y la carbonatación.
En conclusión, dos tipos de hormigón con diferentes características que se utilizarán según el tipo de proyecto que queramos realizar y los requisitos técnicos que este requiera.
Si tienes alguna pregunta sobre este tema o cualquier otro relacionado, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. También te invitamos a compartir esta publicación con quienes creas que puedan beneficiarse de ella. ¡Hasta la próxima!
Este post se ha actualizado el 24 de julio de 2024.
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